miércoles, 9 de marzo de 2016

Jonathan Sánchez trata de regresar a Grandes Ligas con los Rojos



GOODYEAR, Arizona -- Por fin, el zurdo Jonathan Sánchez entiende que pitchar no sólo se trata de tirar duro. Ahora la gran interrogante es si se le ha hecho tarde al puertorriqueño en el béisbol profesional. 
Sánchez tiene 33 años de edad. No lanza en Grandes Ligas ni liga menor en las últimas dos temporadas. Pero el oriundo de Mayagüez aún tiene un sueño, así que se encuentra en los entrenamientos de los Rojos buscando una última oportunidad de convertir su potencial en resultados positivos.
Claro, Sánchez tuvo su momento de gloria en Grandes Ligas, donde ha lanzado en partes de ocho campañas. Luego de ser sacado brevemente de la rotación de los Gigantes en junio del 2009, recibió una segunda oportunidad. A partir de ahí tuvo marca de 6-4 y tiró un juego sin hit ni carrera el 10 de julio de dicho año. 
Además, el zurdo fue parte de la rotación de San Francisco en el 2010, terminando con récord de 13-9 y efectividad de 3.07. Ponchó a 205 bateadores esa temporada, la octava mayor cantidad en la Liga Nacional. También fue líder en menor cantidad de hits permitidos por cada nueve innings (6.61), pero dio la mayor cantidad de boletos (96) en las Mayores.
"Así pitcho", decía Sánchez cuando se hablaba de su falta de control. 
Pero eso no duró mucho. En las tres campañas siguientes, Sánchez pasó de los Gigantes a los Reales a los Rockies a los Piratas, ganando apenas cinco de 24 decisiones. Lanzaría en apenas 39 partidos más de Grandes Ligas, permitiendo 124 carreras limpias en 179.2 entradas, en las que dio 127 bases por bolas. 
"No quiero ser un empresario", dijo Sánchez. "Quiero ser pelotero. Me mantuve en forma y trabajé para mejorar. Esperaba que me llegara la oportunidad (de volver a lanzar)".
Efectivamente, llegó gracias al manager de la sucursal de Doble-A de los Rojos, Pat Kelly, quien ha dirigido a los Indios de Mayagüez en Puerto Rico durante el invierno. Sánchez lanzó brevemente con dicho equipo en cada una de las últimas dos temporadas invernales y Kelly, con una fuerte recomendación del coach de pitcheo del equipo Alex Cruz, dijo que los Rojos debían darle un vistazo al veterano.
Sánchez trabajó con Cruz en Puerto Rico, poniéndose en mejor forma y dándole más importancia a tirar strikes. 
"Él me dijo que iba a ser mi última oportunidad", dijo Sánchez. "Hablamos sobre la idea de que yo no tenía nada que perder. 
"Intentamos algo nuevo. Simplificamos mi mecánica y ahora todo es más sencillo. Me mantengo más por encima de la bola".
Ahora viene la verdadera prueba. Sánchez hizo su debut en la Liga del Cactus el jueves pasado vs. Cleveland, tirando dos ceros. Pero también dio dos bases por bolas. Estaba programado para subirse al montículo el martes por la noche contra su ex equipo, los Gigantes, en Scottsdale.
Gran parte de la carrera de Sánchez empezó en el Scottsdale Stadium. El boricua fue drafteado por San Francisco en el 2004 y debutó en Grandes Ligas con dicho club en el 2006.
Viendo las cosas ahora, Sánchez cree que fue demasiado pronto.
"No desarrollé la habilidad de manejar un juego", afirmó el lanzador. "Simplemente salí a tirar la bola. Tenía bastante en el brazo. Tuve algunos éxitos, pero no suficientes.
"Ahora no tiro a 94-96 millas por hora, pero soy más pitcher. Antes, fulminaba a los bateadores y pude ponchar con pitcheos fuera de la zona porque los bateadores estaban ansiosos".
Los últimos dos años le han dado a Sánchez tiempo para reflexionar y cambiar. El veterano quería una última oportunidad y los Rojos se la están brindando. En las próximas dos semanas, Cincinnati sabrá si Sánchez la aprovechará.

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